Actuar el misterio – Intensivo de actuación

Dictado por Amelia Repetto 

Lunes 30 de junio y martes 1, miércoles 2 y jueves 3 de julio

De 10:30 a 14:30 hrs.

Coste del taller: 80€

Informes e inscripción WhatsApp 666137644


Durante cuatro días proponemos sumergirnos en un laboratorio escénico donde la actuación será el vehículo para explorar el misterio, entendiendo este no como enigma a resolver, sino como una presencia viva, inquietante. Partiremos del concepto de lo ominoso desarrollado por Freud, esa sensación donde lo familiar se vuelve extraño, y lo extraño revela algo profundamente íntimo.

Este seminario propone un entrenamiento actoral integral que atraviesa la forma, la emoción y todos los matices expresivos posibles. No buscamos un resultado, sino un tránsito: un cuerpo disponible, una voz atravesada por el deseo, una imaginación sin boicots.

Trabajaremos escenas y pequeñas dramaturgias generadas colectivamente, con una guía externa que no responde a las estructuras aristotélicas del relato tradicional, sino a una lógica rizomática: múltiple, impredecible, expansiva. Cada intérprete será invitado a desplegar sus propias potencias, deshaciendo automatismos y estructuras cerradas.

Las referencias teóricas y metodológicas que atraviesan esta propuesta son Michael Chejov, Peter Brook, Vsevolod Meyerhold, Alberto Ure y Ricardo Bartis. Figuras que, desde distintas perspectivas, pensaron el cuerpo del actor como un espacio de resistencia, de potencia y de transformación.

Este seminario está pensado como un territorio de excepción, un paréntesis en la lógica cotidiana, una grieta desde donde ensayar nuevas formas de otredad a través de la ficción. Una práctica que, lejos de las lógicas del éxito, del rendimiento y la productividad, se atreva a habitar el goce de la creación, el deseo como motor de lenguaje.

Invitamos a quienes tengan ganas de entrenar la actuación no como una carrera, sino como una experiencia vital. A quienes quieran imaginar desde otro lugar, soltar la razón cuando se vuelve trampa, y permitirse habitar la escena como un espacio donde todo puede comenzar de nuevo.

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