Dirección: Pedro Casas
Bailarín: Michael Carter (de la compañía de Pina Bausch)
Tres únicas funciones despedida de Madrid:
Jueves 9 de julio, 21hs
Viernes 10 julio, 21hs
Sábado 11 julio, 22.30hs
[Other] (pieza intima) es un espectáculo de creación donde diferentes lenguajes escénicos (danza, teatro, performance) intentan cuestionar la idea de la identidad. En esta propuesta intentaremos explorar que aquellos aspectos que forjan nuestra identidad, aquello que nos hace auténticos a través de nuestras raíces, de ese comienzo que la memoria casi ha olvidado, de esa huella que ha permanecido pero que ha quedado casi olvidada.
Una de las preocupaciones vitales de nuestro tiempo es la búsqueda de la identidad. Lo identitario como algo que nos diferencia del resto, como algo que nos singulariza y al mismo tiempo aquello que nos une al otro, que nos convierte en colectivo, en comunidad y nos diferencia de otros grupos. La identidad siempre es una frontera, de uno al otro, una línea de separación y ruptura con el otro. La identidad forjada por la experiencia y la condición se convierte en una trampa, donde el otro es el extranjero, el enemigo, aquel digno de desconfianza. Forjamos a lo largo de la vida una identidad que nos diferencia y nos une, unos principios, unos lugares comunes y unas concepciones que nos acompañaran en gran parte de nuestra vida. Pero ¿De dónde surge nuestra identidad? ¿Cuál es la raíz de nuestro proceso identitario?
Podríamos decir que la identidad está forjada sobre dos estadios. Uno el que nos aporta la experiencia. Otro el que no es dado, a través de nuestra genética cultural y familiar.
Cuando es a través de la experiencia, Nuestra identidad siempre está definida por la diferencia con el otro, por ese lugar de ruptura. Por lo tanto es a través del otro por lo que nos definimos y nos autentificamos. Por lo tanto, es el otro el que nos define y nos enmarca, el otro modifica nuestra identidad.
Cuando es a través de nuestra genética cultural y familiar, se trata de algo más enraizado, más hondo, más profundo que a pesar de los esfuerzos por romper se descubre en cada una de nuestras decisiones, en cada uno de nuestros actos. Nuestras fobias y filias irracionales nos identifican y diferencian del resto. Intuiciones heredadas y dadas por la huella de otros. Otros que quedaron atrás, otros que dejaron su rastro, su ruina sobre nosotros y que perduran a través de la identidad. Un equipaje, el del otro, que hay sostener y transferir.
La identidad sea de la manera que sea pertenece al otro, a su huella, a su rastro, a su ruina, poco tiene que ver con uno mismo. La identidad es otredad.
En esta propuesta intentaremos explorar aquellos aspectos que forjan nuestra identidad, aquello que nos hace auténticos a través de nuestras raíces, de ese comienzo que la memoria casi ha olvidado, de esa huella que ha permanecido pero que ha quedado casi olvidada. Homenaje a aquellos otros que conforman mi yo, aquellos restos que me pertenecen y viajan conmigo.
Lo que somos no nos pertenece.
El universo existe porque yo existo
El mundo entero desemboca en mí
Ficha artística:
Dirección y concepto: Pedro Casas
Intérprete y coreografía: Michael Carter
Dramaturgia: Pedro Casas
Vestuario y escenografía: Maria Iciz
Música: Aaron Martin
Video proyección: Erick Miraval
Jueves 9 y viernes 10 de julio, 21h, sábado 11 de julio, 22:30h
Entrada: Reserva anticipada aquí 12€ / Taquilla 14€
Pagina del Bailarín Michael Carter
Other (studio trailer) from Michael Carter on Vimeo.
Críticas:
UNA POÉTICA DE LA IDENTIDAD
Fernando Llorente
“Para que yo me llame Ángel González/ para que mi ser pese sobre el suelo,/ fue necesario un ancho espacio/ y un largo tiempo: hombres de todo el mar y toda tierra,/ fértiles vientres de mujer, y cuerpos/ y más cuerpos, fundiéndose incesantes/ en otro cuerpo nuevo/…estos versos expresan la “situación” y la “intención” (Ángel González) del espectáculo de danza y teatro, “Other”, estreno absoluto, con el que ha arrancado la I Muestra Internacional de Teatro Unipersonal, “Solo Tú”, programada por la Teatrería Ábrego, en su sede de Oruña de Piélagos.
El actor australiano, Michael Carter, interpreta una función en la que se relata el proceso de formación de una identidad, que se remonta hasta unas raíces remotas compartidas, de las que cada individuo es una rama que quiere ser exclusiva, dadora de flores y frutos únicos. La conclusión, siempre provisional, se agita entre la incertidumbre intelectual y la inquietud emocional ante la sospecha de que la identidad no es tan propia, y en ella se abre un hueco la posibilidad de ser -querer ser- otra, por si se cumpliera la pindariana sugerencia de “llegar a ser el que se es”.
El director, Pedro Casas, “performa” una dramaturgia en la que danza, palabra e imagen se articulan para transmitir un relato existencial, dictado por reservas de vivencias, guardadas desde la primera memoria, trascendidas en aparentes rasgos corporales, que llevan a ella. El dolor se compadece con el gozo en una coreografía, ideada por el actor, y por la que rezuman las tensiones que dislocan el espíritu, hasta gritar en vertiginosa danza la ansiedad del desdoblamiento personal, visualmente expresado mediante proyección que declara, tanto la angustiada necesidad, como la real dificultad del intento. La tensión se afloja con una palabra en la que el relato se torna irónicamente tierno, de un humor delicado, amable, dulce, comprensivo, lirismo que se compadece con la pulsión frenética de la danza. Para moverse en la existencia como pez en el agua -objeto simbólico presente en la dramaturgia- siendo difícil suprimir la pecera, al menos renovar el agua: inútil, los límites de la pecera ya no pueden cambiar.
Una poética, la de “Other”, que sitúa al yo frente al otro que quiere ser, sin dejar de ser el mismo, y que caminan juntos, no siempre bien avenidos. Tema que es terreno abonadao para tantas obras artísticas. No solo poéticas.
DE RAMAS, RAÍCES Y BANDERAS: OTHER, UNA PIEZA ÍNTIMA Y PERSONAL
Escrito el 13/04/2015 por Sara G. Cortijo – SidesOut.com
Con un lenguaje poco habitual, no apto para todos los públicos (no por su contenido sino por su forma), la pieza de la compañía del Señor Smith Other va dejándose querer. Al inicio, aparece Michael Carter, un australiano de casi dos metros, frío, y titubeas dudando sobre si abrirle las puertas de tu mundo o no. Se presenta con voz dulce: “Hola, me llamo Michael Carter” y empiezas a conocerle un poquito, te cuenta cosas muy íntimas (como las cicatrices que tiene su piel, las piernas largas que heredó de su abuelo o el nombre del primer chico del que se enamoró en el colegio) y entonces empieza a caerte simpático, comienzas a empatizar con él, te roba alguna carcajada y al final, después de una hora oyéndole, te das cuenta de que ese hombretón de ojos achinados con cara de ingenuo ha conseguido que te abras a la extraña propuesta e incluso que te identifiques con él en muchos aspectos.
Más que un lenguaje no apto para cualquier espectador, lo realmente peculiar es el concepto. Por lo general, no estamos acostumbrados al teatro contemporáneo y cuando texto, danza y música se unen para dar forma a un espectáculo no todo el mundo es capaz de seguir el hilo. En este caso, Other lo pone realmente fácil, no solo facilita su comprensión, sino que, además, es un auténtico gustazo ver bailar a Michael Carter a menos de un metro. Ver el esfuerzo en su sudor, observar cómo se tensan sus músculos no tiene precio. Él en sí mismo es puro espectáculo.
El texto, autobiográfico, aunque escrito por el director Pedro Casas, fluye muy bien, suena muy real incluso con ese exótico acento que le imprime el australiano y es muy orgánico al hacerlo con esa naturalidad e ingenuidad propias de Carter, muy características también del autor.
Con una escenografía repleta de simbología, Other se presenta como una pieza distinta, un ejercicio de honestidad cargado de poesía y belleza en directo. Michael Carter hace un verdadero striptease en el que se va desprendiendo de capas de piel al son de una música exquisitamente efectista, acompañándolo con unos fascinantes movimientos que convierten su cuerpo en un personaje más con vida propia.
El origen, la inmutabilidad de nuestra herencia genética, las huellas que deja en nosotros la educación recibida, la convivencia de nuestro hogar, el peso de nuestras raíces, de nuestras casas, que nos persiguen eternamente y en cualquier lugar, la identidad o la búsqueda permanente de otro yo son algunos de los conceptos de los que habla esta poética pieza en la que se mezclan las proyecciones audiovisuales, la danza contemporánea, la palabra, el sudor, la rabia, la ingenuidad y la búsqueda con mucha sensibilidad.http://www.sidesout.com/de-ramas-raices-y-banderas-other-una-pieza-intima-y-personal/