La acción transcurre en la cocina de la casa de Paula en compañía de Ariel. Mientras los dos cocinan comienzan a construir historias sin sentido como parte de un juego para pasar el rato, pero el juego deriva a Paula a la confusión y a alterarse cuando la realidad no responde a lo que ella esperaba. ¿Qué pasa cuando las cosas empiezan a escaparse de nuestro control? ¿Qué estamos dispuestos a hacer para sostener lo que creemos real? Una obra como un pequeño retazo tan verdadera y extraña, que demuestra que se necesitan muy pocos ingredientes para saltar a la locura.
Dirección: Mauro Vekselman
Actrices: Cecilia Greaves, Ana Waisbein
Dramaturgia: Ana Waisbein y Mauro Vekselman
Asistencia de dirección: Sol Lorenzo
Montaje: Ana Waisbein
Música original: Gabriel Waisbein
Construir una pieza teatral desde una casa y no en un teatro, fue para nosotrxs un desafío que nos abrió la posibilidad de encontrar nuevas herramientas. Nos permitió repensar y resignificar la teatralidad, permitiendo inundar de ficción un espacio que hasta ese entonces pertenecía a un cotidiano. Nos permitió experimentar con ese límite confuso entre la verdad y la ficción, abriendo otras posibilidades de la obra que la enriquecieron enormemente. ¿Cuáles son los límites de la realidad? ¿Dónde empieza la construcción de algo distinto? Desde allí partimos y encontramos felizmente que aún desde el encierro, el teatro siempre alienta nuevos movimientos.